lunes, 23 de mayo de 2011

Uno más

El otro día me dieron una de las mejores noticias que puedo recibir por parte de mi hermano. Por una parte me lo esperaba, pero por otra, me dejó totalmente sorprendida. Nunca pensé que podría llegar este momento, pero acaba de suceder.

Fui informada el sábado de que me voy a convertir en tía, y claro, mis padres en abuelos. Estamos todos tan ilusionados, que no podía sino compartirlo.

domingo, 15 de mayo de 2011

Resiliente por naturaleza

Es una experta en sobrevivir, en resistir. La miras y tiene un físico debilucho. No llega a 1'30 de estatura, 47 años y toda la vida luchando para salir hacia delante, pero tiene un coraje a sobrevivir y a tirar p'alante que pocas personas conozco así. Se ríe de todo y sobre todo, de sus propios problemas. Dos divorcios, uno de ellos de un maltratador, y el otro un alcohólico. Una hija maltratada y amenazada con 2 hijos y de los que se tiene que hacer cargo y otra obligada a madurar cuidando de un abuelo impedido de más de 90 años.

Y a pesar de todo, se sigue riendo de las dificultades. Es resiliente por naturaleza. Da envidia (sana) de esa capacidad de resistir, y estando con ella y haciéndote reir, me doy cuenta de que mis problemas no son realmente importantes, que no me impiden sobrevivir en esta jaula de grillos que tenemos por mundo. Que en realidad soy una debilucha, que aunque a lo largo de mi vida he tenido que resistir mucho, nada es comparable con su situación y con los problemas reales.

domingo, 1 de mayo de 2011

Pequeña historia

Érase una vez una jovencita que se desplazaba a todos lados con su bicicleta. Al principio con miedo porque hacía poco que utilizaba ese medio de transporte. Poco a poco, le fue perdiendo el miedo siempre que iba por el carril bici.

Respetaba absolutamente todas las señales de tráfico mientras el resto de ciclistas cogía y aunque el semáforo estaba rojo, pasaban. Ella de todas formas, esperaba paciente a que el simbolito de la bici cambiara a verde.

Hasta que se dio cuenta de que así, perdía mucho tiempo cuando iba al colegio y empezó a saltarse los semáforos (cuando no venía ningún coche quehiciera peligrar su vida), y a circular por la calzada en vez de por la acera cuando no había carril bici.

Un día, en lo que ella creía una carrera con una amiga, lo volvió a hacer: se saltó un semáforo en rojo porque no venía ningún coche... hasta que frenó a medio metro de ella. Su amiga no paraba de reír.