Estaba a su lado en la cama. Le decía que su hijo estaba precioso. Ella estaba sola, situación que se estaba repitiendo continuamente, pero ahí estaba él, en sus sueños, como desde que se fue.
De repente, la cisterna soltó toda su agua y la despertó. No había nadie, ¿o sí?
Cada vez estoy más convencida de que las personas que se van, siempre estarán ahí, aunque no los veamos realmente, sintiéndolos y protegiéndonos.
ResponderEliminar¿Acaso lo dudabas?
ResponderEliminarNunca se van.
Besoss
Esa persona en concreto no tenía ni idea, pero sé ahora (y he vivido), que no hace más que llamar la atención para que veamos que nos sigue protegiendo desde el más allá.
ResponderEliminarciertamente, nunca se van del todo... pero algunas temporadas permanecen semiocultos; sien embargo están ahí... A mí él siempre me aompañará...
ResponderEliminarabrazos.