domingo, 25 de septiembre de 2011

Llega el otoño

La lluvia cae y se lleva todo lo malo. Se lleva también el maquillaje, se corre, y se queda la persona con la cara lavada. La que es, la original, la pura, la que no tiene que interpretar ningún papel delante de los demás.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Domingo

Se asomó a la ventana. Aspiró fuerte para oler el azahar del patio. Cuando se sintió embriagada, cerró la ventana y se acostó de nuevo. Había vivido demasiado el día de hoy.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Feliz no cumpleaños

Mañana es mi cumpleaños, vaya novedad, y hoy el de mi abuelo. Pero desde hace 3 años no es igual. Siempre celebramos nuestros cumpleaños a la vez, los dos juntos. Él soplando sus velas y yo las mías. Siempre creyó en mí, y no me dio tiempo de aprender todo lo que podría haber aprendido.Pero yo sé que está ahí, mirándome, y que aunque esté sola en casa, noto su presencia, que nunca se ha ido.

Ahora las tornas han cambiado.
Desde que no está, soy yo la que se adapta al cumpleaños de otro, y la que sopla en un día que no es el suyo. El sábado soplaré mis velas, rodeada de enanos, de una colchoneta hinchable gigante y de nuevo, con toda mi familia, los que están, los que no se ven (pero que nunca se han ido), y los que están por venir.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Un nuevo intento por volver

Empieza un nuevo curso y renazco de mis cenizas, como el ave fénix, o eso decían de él. Yo he dejado el blog un poco de lado y no sé por qué. No es que no tuviera nada para compartir ni se me ocurrieran ideas, relatos, o partes de mí. Simplemente, no me apetecía entrar aquí. Todo el verano pegada a la pantalla del ordenador y ni siquiera he pasado por aquí, lo que son las cosas, curioso desde luego.

Me espera un@ psicólog@, que me va a hacer un arreglillo. Me voy al taller, sí, a que me miren el motor, que no funciona muy bien, y ya es demasiado descarado su mal funcionamiento que los demás se han dado cuenta. Es mi madre la que me va a llevar al taller, yo ni siquiera he tenido valor. Un día me dijo que me hacía falta uno y que me iba a llevar. Yo no he ni protestado. Sólo he asentido.

A lo que le temo es al diagnóstico, a la etiqueta. A ver una etiqueta tan fea que yo misma me asuste. Le temo también a las tareas para casa, esa cosa fundamental y que mientras estudio para por fin licenciarme (ojalá apruebe, aunque creo que no, porque el mismo ruido del motor no me deja estudiar) veo que se pueden hacer de muy diferentes maneras. Haré terapia cognitiva de Beck, terapia racional emotiva-conductual de Ellis? ¿Seré capaz de distinguir lo que haré?

Me asaltan muchos miedos. Miedo a empezar de cero en un piso nuevo, con chicas que no conozco. Es un reto para mí y mi poca motivación.

Será lo poco que he escrito en verano que me estoy alargando más de lo acostumbrado. No es malo, tampoco bueno porque puedo aburrir a aquella persona que lo lee (si lo leen, claro, con lo poco que he estado por aquí, ni los habituales se acordarán de que este rinconcito existe).

Quiero renacer. Ahora voy a tener ayuda. No voy a estar sola. Ya sé que mi familia me apoya, más que nunca. Voy a ser tía y de nuevo madrina, otro enano varón a mi cargo y con el que sueño que noto cuando pongo mis manos en la barriga de su madre.

Y mis amigas también me apoyan ahora que se han enterado de los motivos por los que el motor no funciona. Lo tengo todo. Sólo queda ponerse manos a la obra.

Espero que todos podamos disfrutar de una nueva Morgana, esa que no escribe cosas tristes, esa que cuando pequeña elegían para representar al colegio con los cuentos que me inventaba. Nunca fueron buenos, pero parece que para los profesores sí. Esa yo que ha aprendido a hacer punto de cruz para hacer baberos para el enano, y que encima le ha cogido gusto a las agujas. Tengo ideas, tengo críticas, tengo reflexiones (sobre la iglesia católica, es lo que tiene que tu madre escuche todo el día charlas de sacerdotes en la radio, que te hace reflexionar sobre las barbaridades que dicen).

Y como dice Jordi Hurtado, presentador de Saber y Ganar, (pero vamos a sustituir el nombre del programa por el de este humilde blog), “Bienvenidos a una nueva edición de Cuadrado Vicioso”