viernes, 13 de enero de 2012

Gordos y solteros

Nadie quiere a los gordos solteros. Busques el trabajo que busques, no quieren a gordos porque no dan buena imagen. Ya sea de camarero o de lo que sea. Que tienes que tener buena imagen. Cuando de pequeña me decían que tenía que dar buena imagen se referían a que tenía que ir aseada y con ropa limpia. Ahora sin embargo cuando te piden "buena imagen" se refieren a que tienes que ser delgada, a ser posible con mucho pecho, y más o menos alta. Pues yo voy limpia y aseada y no consigo trabajo.

Y ya para las relaciones interpersonales no digo nada. No tenemos derecho a que nos quieran. Somos un trozo de carne (más bien grasa) sin sentimientos. No sufrimos, no tenemos necesidades biológicas (sólo la de comer), ni sociales, ni emocionales. Ni necesitamos que nos miren, nos presten un poco de atención cuando salimos a la calle, un flirteo. No necesitamos ropa. Por eso se nos ignora. Se nos ignora cuando necesitamos vestirnos, que es difícil encontrar ropa, toda la ropa más o menos moderna pa las anoréxicas, si no, parece que tienes que aprender a coser para no vestir como una señora mayor.

Teniendo en cuenta que estás gord@ no vas a encontrar pareja. Y si vives solo, no sólo te ignoran el resto de parejas del mundo porque van en pack de 2 indivisible, sino que también se te ignora cuando vas a comprar. Todo lo hacen en pack para 2 personas. Que si la pasta en sobre, que si la bechamel, que si los packs de yogures de 8 en 8, etc.

Pues yo tengo necesidades. Necesito que me abracen por las noches, que me calienten la cama, necesito mantener relaciones sexuales, que me miren cuando me arreglo, cuando me maquillo que me digan un cumplido, necesito salir, necesito amig@s que no me ignoren por ser soltera y que cuenten conmigo. Y quien no haya pasado por esto, no podrá entenderme.

lunes, 2 de enero de 2012

Inocentes

Sí, inocentes, todos, yo la primera. La anterior entrada era muy triste porque mi perro estaba muy malito. No podía sostenerse en pie siquiera. Quería irme a Londres pero sólo con imaginar su ausencia no quería irme.

Al día siguiente se levantó como si tal cosa. Pasó de no poderse levantar, a estar tan tranquilo. Creo que se cachondeó de nosotros. No es que no estuviera enfermito el pobre, pero ha vuelto a ser casi el que era. Nosotros sólo le dimos jamón y muchos mimos.

Y bueno, quiero dejar claro que no me he quedado con vosotros, no os engañé, más bien nos engañó el perro a todos.