jueves, 30 de abril de 2009

Fresas y papas

En fin, me voy este finde al medio del campo. Donde todo lo que se puede hacer es coger las fresas y las papas que nos da la tierra, y alejarme de la ciudad, sin internet, sin luz y agua corrientes (pero con un generador que nos da la electricidad).

A estudiar esas fotocopias que llevo tanto tiempo pendientes de leer. A coger color para la graduación, que el día del Alamillo se me quedó la marca de la camiseta y ahora con el vestido se queda mal el bicolor. Y a dar vueltas con la bicicleta, recordando aquellos años en los que me pasaba el fin de semana subida en ella (bueno, era en otra bici mucho más pequeña).

martes, 28 de abril de 2009

Mamá, no mires esto

No, esto no es una advertencia a mi madre, aunque tampoco se lo recomiendo a mi madre, más que nada porque se le irán los esquemas de cómo es su niña buena. Mamá, no mires esto es un blog nuevo que hemos creado 5 amigas (o éramos 6? pff, qué cabeza).
Fue un parto natural, sin dolor, sin epidural, y más o menos rápido (todo lo que nos dejó el internet robado de una de nosotras). De hecho, hubo algunas que ni se enteró de que había parido, jeje, pero fue debidamente informada de su maternidad.

Bromas aparte, no voy a decir nada más del blog, que el que lo lea juzgue, y si juzga, que deje un comentario con su juicio, y si es buena idea, lo tendremos en cuenta, y si no pues nada, se le contestará de buena manera. De momento es muy pequeñito, sólo tiene un par de días, y se alimenta de comentarios, como el de todos. Con los comentarios vais a hacer que crezca.

Y creo que poco más me queda por decir, sólo que está en construcción, así que es posible que de una vez a otra que lo visiteis, haya novedades estéticas o de algún otro tipo.

El enlace aquí.

viernes, 24 de abril de 2009

2

Hace justamente un año que su vida dio un giro de 180 grados, y medio que volvió a girar para terminar en el punto de partida. Por primera vez en seis meses lo echaba de menos a él, el contacto que tuvieron, su sonrisa (no se puede negar que la tenía bonita), las charlas en los parques,los crucigramas mientras se saltaban las clases, los recovecos de su cuerpo, y el compartir conocimientos sobre temas diversos, como sus carreras. No sólo lo que le proporcionó: seguridad en sí misma, cariño, que no sabía qué era procedente de una pareja, los abrazos, los besos y que la despertara en medio de la noche con ellos, las cosquillas a traición en la cama y también esos regalos originales que le hizo.

Y ahora añora todo eso. Pero no quiere un príncipe azul, pues nunca le gustó la monarquía. Se conforma con un tío normal. Que la respete, que tenga las cosas claras sobre lo que quiere en su vida y lo que siente (muy importante esto último), y que le aporte lo que le falta. Que le pueda enseñar cosas y que quiera aprender cosas que ella sabe.

Pero también sabe que igualmente que las cosas empiezan, también terminan. Y que terminan en el mismo punto en el que empezaron. Y cuando una termina, empieza otra, aunque pase mucho tiempo entre una y otra. De eso está totalmente convencida, de que todas las historias terminan antes o después, aunque guarda la pequeña llama de la esperanza de que le toque una que no termine.

Sólo quiere salir a la calle, pasárselo bien, y de camino a ver si encuentra a alguien del sexo contrario con el que poder compartir, también, un trozo de colchón de vez en cuando. De momento, tiene que conformarse con escuchar el colchón y los gemidos de los vecinos de arriba. Qué se le va a hacer...

miércoles, 22 de abril de 2009

Pequeño relato

Era lo que estaba esperando, lo que quería. Y una vez que se le presentó la oportunidad se echó para atrás. No sabe si será lo correcto o no. Por una parte quería disfrutar del momento, pero por otra sabía que se iba a arrepentir.

Se termina arrepintiendo de muchas cosas que hace. Y espera no hacerla de esta también. No le queda otra que apechugar con las decisiones tomadas. Buenas o malas, ya se verán con el tiempo.

Sabe que no hay vuelta atrás. Y seguirá hacia delante. Seguirá con su vida, mirando hacia delante a través de sus ojos verdes, con su mirada fría y cálida a la vez, con esa sonrisa y risa tan característica suya. Queriéndose y mimándose más, cuidándose de todo lo que pueda hacerle daño. Creciendo poquito a poco.

lunes, 20 de abril de 2009

Amanta

Realmente no recuerdo el por qué de su nombre, Amanta, pero ayer fui a verla. Ya la vi en la Semana Cultural de la facultad de Psicología, y me enamoró su voz. Creo que se lo dije ayer, por eso me aventuré a irme sola (cosa que no suelo hacer) a la alameda. Me perdí un poco (un poco cutre teniendo en cuenta que es casi imposible perderse en la alameda), pero la encontré.
Y conocí a un par de amigos suyos con los que me apalanqué (ea, por tó la cara).
Iba guapísima, muy sencilla, pero muy guapa. Y su voz, qué decir de su voz, limpia, dulce, suave, como una caricia para los oidos, y que se siente en todo el cuerpo.
En todo el tiempo que estuvimos allí, había que ver mi cara, casi sin parpadear y moviéndome sólo para beber mi cerveza. Disfrutando de su voz.

Y lo que vino después, ya es otra historia, aunque también estuvo muy bien.

viernes, 17 de abril de 2009

Pá que no se enfade

Todavía no se había terminado de acomodar en la cama, cuando perdió el calcetín derecho. ¿Se habría puesto celoso del izquierdo?

jueves, 16 de abril de 2009

El calcetín

Daba vueltas y vueltas mientras dormía. No se estaba quieta. Su madre siempre le decía que desde pequeña se movía mucho cuando dormía. Ella se levantaba de la misma postura que se acostaba. Pero su hija es diferente. No le importa si se levanta despeinada, ni su aspecto, sólo disfruta de esas horas en las que sueña tranquila. Pero lo que más le sorprendía, era que todos los días perdía el calcetín del pie izquierdo entre las sábanas. ¿Alguna extraña razón? ¿Por qué nunca el derecho? Y se volvió a dormir. A soñar.

martes, 14 de abril de 2009

Mis enanos favoritos

Tendría que estar haciendo un trabajo que describa el funcionamiento de la memoria, pero no tengo ganas, así que he decidido publicar una entrada.
Mi enano nació ya, el 8 de abril, y aunque se ha quedado en la incubadora, es una ricura. Bueno, todo lo ricura que puede ser un bebé que se lleva todo el tiempo durmiendo cual sapito boca arriba. Ya ha conseguido los 2 kg y cuando llegue a los 2,200 nos lo devolverán y nos lo podremos llevar a casa.
Nos conocimos en persona 3 días después de nacer (el día que nació lo vimos por una ventana destrangis, que nos abrió a toda la familia una enfermera a modo de "favor"), pero cuando lo pude acariciar y hablarle fue el sábado. Es bastante larguito (45 cm) y tiene unos cachos de pies y de manos... ains, que se me cae la baba, jeje
Y por supuesto, su diario continúa, además de que otra prima se encargará de hacerle otro al hermano (por eso de los celos, y esas cosas). Cosa que me parece muy bien, porque con esa risa tan contagiosa y esas reacciones con el flash de las cámaras, se lo merece todo (bueno, no sólo por eso, sino por más cosas).

lunes, 13 de abril de 2009

No sé qué título poner a esto

Que sí, se acabó. Me resigno. Si una cosa no deja de intentarse de diferentes maneras y aun así no se consigue, ¿para qué seguir intentándolo? Es tontería, me termina doliendo más y sufriendo en vano. Y las personas de mi alrededor se enfadan.

Lo acepto. No tengo capacidad para lograrlo, por mucho que digamos en el curso de Bienve que las capacidades no existen, que existen las habilidades. Pues ni capacidad, ni habilidad, porque no puedo intentarlo más ni de diferentes maneras.

No necesito ni que se me riña en cada llantina, ni decirme "ains, pobrecita", ni que se rían de mí como alternativa a lo que se me dice siempre, ni que tenga paciencia, porque ya se acabó. Abandono la intervención. No puedo seguir fracasando.

domingo, 12 de abril de 2009

Estupidez

Pues sí, hoy estoy bastante estúpida. Estoy harta de ver como mis proyectos terminan fracasando a pesar de poner de mi parte. De intentar mejorar con las instrucciones de mis niñas (las que algún día se quemarán y me dejarán a la deriva), de que no dependa de mí los resultados y yo siga empecinada en lo mismo, intentando y volviendo a intentar.

Y esta vez me he cabreado. Hoy nada de llorar desconsoladamente. Hoy paso del mundo, no quiero saber nada de nadie y vuelvo a meterme en mi burbuja y en mi mundo, que es donde las personas no me fallan y nadie me hace daño.

viernes, 10 de abril de 2009

¿Paciencia?

Me gustaría que alguien me explicara para qué sirve la paciencia. No le encuentro utilidad. A mí sólo me sirve para desesperar mientras espero. Para ver cómo pasa el tiempo, sólo eso. Resignarse mientras no cambian las cosas, esperando ese cambio o que la infinita cola vaya menguando.

El tiempo pasa y pasa y yo desespero.