jueves, 30 de julio de 2009

Stop

Unos pocos de días sin parar. Creo que una semana. Entre mi visita a Sevilla para despedir a Aida y la visita de Chamaleonic a mi pueblo, no he pasado por casa en unos cuantos días. Me alegro de parar un poco y de poder ponerme a estudiar. Sí, inaudito, tengo ganas de ponerme a estudiar. Tampoco me queda otra opción de todas formas.

Los días con Chamaleonic aquí han sido estupendos. Playa, piscina, más playa, más playa, más color (dentro de poco rozaré la raza negra jaja), familia y tapeo. Tenemos que aprovechar el tiempo antes de que se me vaya la niña a Maastricht y creo que lo hemos aprovechado bien jeje.

Sigo con mi pasotismo emocional, de vez en cuando me acuerdo de ciertas cosas, pero bastante bien. No me preocupa nada, no tengo nada que perder ni nada que ganar con nadie, así que nada, pá lante con todo y con ánimos de aprobar lo que me queda, que quiero y necesito una beca del ministerio.

A lo mejor con mi parada y comienzo a estudiar, publico un poco más y le dedico más tiempo a tod. A ver qué hago jaja

jueves, 23 de julio de 2009

¡Limpieza!

Ayer le tocó el turno a la limpieza del ordenador. No al teclado y la pantalla, sino a rebuscar en archivos para tirar a la papelera de reciclaje. Y ahí estaban las conversaciones de msn de hace un montón de tiempo que no me atrevía a tirar nunca. Era por tener un recuerdo de aquello que fue tan bonito. Cómo me cuidaba, lo amable que era, las cosas bonitas que me decía, lo que me echaba de menos, las tonterías... Debo decir que yo no las guardaba a propósito. A partir de una aplicación que se bajó mi ex compi de piso las conversaciones de msn se quedan guardadas de manera automática en carpetas de meses. Y ahí estaban, abril, mayo y junio del 2008, con las conversaciones nuestras. Tan tierno todo...

En casi todo el año que hace del fin de todo eso, no he tenido valor para hacerlo y tirarlo todo, porque de vez en cuando las leía y me gustaba recordarlas.

Y ayer le llegó el día. A la basura. Ya no me ata nada al pasado, nuestro pasado. Ahora tengo presente, y es mío. A día de hoy me da igual todo. No quiero una relación en la que no conozca a la persona con la que duerma de vez en cuando, no quiero pillarme los dedos otra vez. No quiero conocerlo a partir de pasar por la cama. Y como no conozco a nadie ahora mismo que merezca la pena (bueno, sí, hay alguien por la que tengo curiosidad de conocer), ya será. Sin prisas. De todas formas, los sofocones no sirven para nada...

miércoles, 22 de julio de 2009

with a little help from my friends

Cómo me gusta este hombre... Toda la vida escuchándolo en el coche de mi padre, y nunca lo he valorado hasta hace un par de años.

Esta canción se merecía un hueco en mi cuadrado vicioso particular.

Dejo un par de vídeos. En la actualidad (bueno, del 2002, pero es lo más actual que he encontrado), y de 1969 en Woodstock.








Y la letra, ya de paso.
What would you think if I sang out of tune
Would you stand up and walk out on me
Lend me your ears and I'll sing you a song
And I'll try not to sing out of key
Oh, I get by with a little help from my friends
Mmm I get high with a little help from my friends
Mmm I'm gonna try with a little help from my friends
What do iI do when my love is away
(Does it worry you to be alone)
How do I feel by the end of the day
(Are you sad because you're on your own)
No, I get by with a little help from my friends
Mmm I get high with a little help from my friends
Mmm I'm gonna try with a little help from my friends
Do you need anybody
I need somebody to love
Could it be anybody
I want somebody to love
Would you believe in a love at first sight
Yes I'm certain that it happens all the time
What do you see when you turn out the light
I can't tell you, but I know it's mine
Oh I get by with a little help from my friends
Mmm I get high with a little help from my friends
Oh I'm gonna try with a little help from my friends
Do you need anybody
I just need somebody to love
Could it be anybody
I want somebody to love
Oh I get by with a little help from my friends
Mmm I'm gonna try with a little help from my friends
Oh I get high with a little help from my friends
Yes I get by with a little help from my friends
With a little help from my friends.

martes, 21 de julio de 2009

Mi cumple

Mi cumple es el el 15 de septiembre. Falta todavía casi dos meses. Pero ya tengo un regalo (en realidad no, pero casi), y es que Fito saca su nuevo disco el día de mi cumple. Qué mejor regalo que Fito lo saque ese día (sí, sería mejor y mucho más productivo aprobar el examen que tengo para ese día), pero bueno, de momento me hace más ilusión poder hacerme ese regalo (ya que nadie se va a preocupar de ir a comprármelo, me lo regalo yo, ea, porque yo lo valgo). Mi madre no me regalará nada (yo no pido nada, y bastante es que me mantenga en Sevilla y me pague los estudios, así que eso lo considero un regalo de todo el año), y mi madrina me regalará la fiesta de cumpleaños familiar junto a su hijo mayor (que nació el 17), y la tarta.

Teniendo en cuenta que lo único que sacaban nuevo los 15 de septiembre era el comienzo del curso, y eso no me gustaba nada, me hace bastante ilusión, y lo considero como otro regalo, pero de parte de Fito
Así que nada, como termino los exámenes de septiembre el día 17, iré a comprármelo cuando salga del examen, y de paso algo para esa personita rubia con cara de pillo :D

viernes, 17 de julio de 2009

Cosas a corregir

Tengo que corregir ciertos comportamientos que lleva a cabo mi madre conmigo.

Como por ejemplo, no dejarme sola en mi casa. Para que me deje sola un rato (el tiempo que ellos tardan en ir a regar al campo), tengo que decir que me quedo estudiando y que no me apetece. Para que no me quede sola, prefieren llevarme a casa de mi madrina con los niños (a los que adoro) y la piscina. No comprende o no quiere comprender, que hay momentos en los que prefiero estar sola, y que por supuesto, por un par de horas que esté sola no me va a pasar nada, que ya tengo casi 23 años!

Otra cosa es que está vigilándome prácticamente todo el día. Si se lleva 10 minutos sin verme, ya está buscándome a ver si me pasa algo. El otro día sin ir más lejos, ella estaba secándose el pelo, y yo que quería ver un vídeo de internet y no me enteraba, cerré la puerta de mi cuarto. Pues cuando terminó de secarse el pelo, vino buscándome a ver si me pasaba algo, porque es que tenía la puerta cerrada.

Si me llama alguien (que en verdad ya nadie me llama), pero si suena mi teléfono aunque sea un sms de publicidad, ya está preguntando todo: que quién es, que qué quiere, que si es pá que yo llame, vamos, que le falta el dni de la persona que manda el mensaje.

En fin, sin intimidad ninguna...

Lo que ya sí que no sé cómo hacer, y mira que lo intento, es evitar que cada vez que voy con ella y cruzamos la calle, me coja de la mano. Si voy con mi padre, es peor, porque no me coge de la mano, pero sí del brazo y empieza a tirar para que cruce corriendo y no haga esperar al coche que nos ha dejado paso.


Me están sobreprotegiendo tanto, que no lo soporto. Y lo he hablado con mi madre (mi padre no se mete en nada), y la respuesta a mi queja de falta de intimidad en todos los sentidos, ha sido que si no me gusta, que me vaya, que ella no me obliga a estar viviendo allí. Pero es que me anima a irme a tós laos (incluso a Palestina), pero a la hora de la verdad, y la verdad es que quiero irme al extranjero a hacer un máster, dice que no, que si me voy, que me vaya a un sitio donde ella pueda ir y volver de visitarme en un día... A lo que se suma el que no quiera que me saque novio en el extranjero (sí, mamá, no ligo en España, y voy a ligar en el extranjero, eso no se lo cree nadie).

Así que nada, todavía queda más de un mes de "vacaciones" y espero no sufrir mucho

miércoles, 15 de julio de 2009

Buscando en el cajón de los recuerdos

Ayer hice un descubrimiento. encontré algo que pensaba que estaba perdido. Pero no. No estaba perdido. Estaba bien guardado en el cajón del escritorio que un día fue de mi hermano. La caja de bombones llena de bolígrafos y cosas de mi hermano impedía cerrar el cajón, o más bien, abrirlo. Y ahí estaba yo, deseosa de que no volviera a pasar, vaciando las cosas para hacerlo mío y guardar los calcetines de la mudanza.

Pero voilà! Ahí estaba él. El recuerdo de mi abuelo hecho libro. Ese libro que me hacía siempre la misma pregunta (por su título, no por otra cosa): "¿Quiere usted aprender alemán en 10 días?" Pues claro que sí. No sólo me gustaría sino que ya puedo entnderlo. De pequeña no entendía nada y ahora con el año que di de alemán en la escuela de idiomas se nota, pero no creo que lo coja.
Ahora sus hojas están amarillentas, claro, que es normal, que es del año 1962, que menos.

Está un poco remendado con fiso (amarillento también) y algunas hojas sueltas. Te enseñan todo lo que tienes que decir desde que llegas al aeropuerto, hasa que salgas del país alemán. Y encima diccionario.

También encontré una anotación de mi abuelo que ponía "el que no sepa este idioma es un torpe y un toro" (¿Ein?) ¿Un toro? ¿Por lo de cornudo? No lo entiendo.

Pero lo he encontrado, que es lo que yo quería, desde que murió en noviembre. Ahora me queda el recuerdo suyo y de sus historias. Historias de lo que tenía que hacer para poder salir con mi abuela cuando eran novios y sólo había un par de zapatos para 6 hermanos. De lo estricto que era mi bisabuelo (ese hombre que murió cuando yo tenía 3 años y que recuerdo que bscaba sus piernas debajo de la cama). Sí, podría tener un recuerdo más bonito de él, pero es que es el único que tengo, qué se le va a hacer. Mi madre se sorprende cuando se lo cuento.

También me contaba y me enseñó a predecir el tiempo que hará al año siguiente mediante "las cabeñuelas" que se apuntan durante el mes de agosto. Es una cosa que siempre me ha parecido interesante y que nadie de mi familia ha aprendido. Así que nada, yo tengo el poder, muajaja (es broma).

Me contaba cómo y qué se cultivaba su padre en la huerta, esa huerta donde al final, después de 50 años, ha vuelto mi hermano, comprando su casa en loq eu fue el sitio donde se criaron mi abuelo y sus 21 hermanos (que no, que no me he equivocado en el número, mi bisabuela tuvo 22 hijos). Me contaba en una de esas tantas veces que cierto político del PP andaluz era el cacique de su pueblo (uno de la sierra de Cádiz). Nadie creía sus historias sobre la guerra civil española, que a él le cogió ya adolescente, ni ninguna otra. Los primeros que no lo creían eran sus hijos. Pero a mí me encantaban.

Y llegó el día en que emigró, a Alemania, con su librito para poder defenderse, como muchos tantos de mi pueblo. Como el abuelo de ese futbolista del Real Madrid, Rafael Van der Vaart, nieto de "El Marrillo", que mi abuelo conocía y que prácticamente era mi vecino.

Aquí en mi pueblo, cada vez que paso por el lado del monumento a los emigrantes chiclaneros, me acuerdo de él, de sus postales perfectamente guardadas y conservadas que enviaba a la familia. Según me contó una vez, se llevó todo el año que estuvo allí, comiendo a base de sopa de sobre. Cuánto echaría de menos los embutidos que hacía mi abuela cuando la matanza de los cochinos y que mi madre ayudaba a preparar...

Ahora más que nunca, está él ahí, vivo en mi recuerdo. Y me viene a la cabeza, ahora mismo, el entusiasmo que tenía en que yo fuera a algún concurso, en especial "Saber y ganar" (anda que no pides tú ná, abuelo), y cuando ya estaba enfermo que no quería comer y yo no le daba elección. Le iba metiendo la cuchara en la boca y no le daba tiempo a protestar. Eso sólo lo pude lograr yo. Ni mis tíos ni mi madre lo consiguieron.

Me quedo con eso, con todos esos recuerdos. Otro día contaré las curiosidades (graciosas) de mi abuelo.

lunes, 6 de julio de 2009

¡Magia!

Si alguna vez quieres ahuyentar al chaval con el que llevas una temporada hablando, sólo tienes que pronunciar las siguientes palabras:

"Ey, a ver si quedamos un día y nos tomamos algo".

Da igual que las digas tú, o que las diga él. Son las palabras mágicas para que se acabe todo. Si te invita él y aceptas, pensará que quieres algo más y saldrá huyendo, aunque tú simplemente quieras quedar porque te cae bien y ni te plantees nada más. Y si las dices tú, te pondrá infinitas excusas porque igualmente, pensará que quieres algo más que tomarte algo con él, y encima eres lanzada al proponérselo.

No falla. Saldrá huyendo cual correcaminos que lleva detrás al coyote. Es así. Son asustadizos por naturaleza. Para que después digan que son fáciles de manejar...

sábado, 4 de julio de 2009

Me hace falta...

...un fin de semana de relax, de estar tirada en el sofá o en la playa, con alguien querido y recibiendo mimitos. Que me haga olvidar muchas cosas y con la que pueda compartir algunas otras. De olvidarme del fin de curso, de tener que estudiar en verano. Que importemos sólo los dos. Por lo menos un fin de semana.

El problema: esa persona no existe.
Cuando algo sale mal por tu culpa puedes reflexionar sobre lo que has hecho mal y la próxima vez puedes cambiarlo. ¿Pero y si no ha dependido de ti? Es decir, ha salido mal no por ti porque tú has hecho lo correcto. ¿Qué haces entonces, o qué puedes hacer?

jueves, 2 de julio de 2009

vaya putada

Sí, no puede pasar otra cosa que caer mala con gastroenteritis el día de mi penúltimo examen. Y como es penúltimo, todavía me queda otro. Mañana. Fui la primera en terminar el examen, y tal como salí, fui a la facultad (estaba en el anexo de la facultad) a mirar unas notas, y tuve que ir directa al baño a vomitar. Me encontraba tan mal, que tuve que llamar a ChuS para que me llevara con mi mamá. Y pasé todo el resto del día tirada en el sofá sin poder moverme y con frío. Y lo mismo en el tren. Con fiebre.

Ayer pasé bien el día, pero a eso de las 8 de la tarde, me entró tanto frío (sí, sé que puede sonar un poco irónico que pueda tener frío en verano, pero estaba mala), que tuve que salir corriendo a mi habitación y taparme con el edredón de invierno.

Mi padre se llevó un susto de muerte, el pobre. Estaba liao con las cortinas de mi habitación cuando me vio meterme en la cama y que no paraba de tiritar. Había hasta momentos en los que mi cuerpo se cansaba, y eran los únicos momentos en los que dejaba de tiritar. Con tanto frío, mi padre tuvo que sentarse en la cama a darme calor, y empezó a ponerme paños fríos con hielo incluso. Lo mejor de todo es que no teníamos termómetro en ese momento. Estaba sin pilas. Después de que mi madre volviera de la calle y la mandáramos a por uno, me lo puse y tenía 39'1ºC. Todo eso después de estar una hora cambiándome los paños fríos. Me di una ducha con agua fría (siempre tutelada por mi madre para que no me fuera a caer), tuve suerte y me bajó la fiebre 3 décimas ¬¬. El lado bueno de esto, es que no estoy comiendo prácticamente nada. Anoche me comí media tortilla a la francesa (de un huevo), y al mediodía un plátano. Espero que se note en los kilos el sufrimiento de estos días. Por lo menos, a las 11 de la noche, ya estaba mejor, sin fiebre, y sin tener que tomarme ninguna medicina.

Teniendo en cuenta que a mí me lo ha pegado mi primo chico, creo que va a caer el resto de mi familia. De hecho, ya ha caído el padre de la criatura, y el enano parece que lo está incubando.

A ver si mañana estoy mejor, porque toca viaje a Sevilla a hacer el examen (aunque siempre puedo no presentarme), entregarle las llaves del piso al casero y recoger las cosas que aún me quedan allí. Espero no chafarle las vacaciones a mis amigas/os, que había quedado con ellos en que se iban a venir a mi pueblo a pasar el fin de semana en mi casa de madera, y que ellos me iban a traer mis cosas en el coche, aparte de venir yo con ellos.

Lo único que pasa, es que me aburro. Todo el mundo está en la calle, y nadie se conecta. Y como yo no puedo salir de casa, ni ir a la playa (lo que estoy ya deseando), me aburro mucho. Y los pocos que quedan conectados, no hablan :(

miércoles, 1 de julio de 2009

Sueño

Normalmente lo expulso de mis sueños. Me cabreo cuando lo veo aparecer y le suelto siempre un "¿Qué haces tú en mi sueño?". Pero esta vez fue diferente. Me alegré de verlo, aunque no fuera real. Y me dio un abrazo como el de la última vez. Y me sentí muy bien. Me sentí muy a gusto, como la última vez que nos vimos para despedirnos. Lo echo tanto de menos...

Me hace tanta falta uno de esos...