domingo, 6 de noviembre de 2011

Costuras

Quién lo diría. Ella no recordaba por su parte que le dijera cosas bonitas. Sin embargo ella lo quería mucho. Los mejores regalos siempre eran para él, por si así se ganaba su cariño. Han pasado 25 años, y aunque las heridas siguen abiertas, la llegada de su bebé está suturándolas. Poco a poco. Las heridas empiezan a cerrar, y el papá de la criatura no puede demostrar de una manera mejor su cariño que nombrándola madrina.

7 comentarios:

  1. Es una expresión mía, me he quedado flipada por lo sobrecogedor de la historia

    ResponderEliminar
  2. Es sobrecogedor... qué bien descrita está esa situación de amor imposible al que nos aferramos sin querer y que no podemos quitarnos de la cabeza hasta que ocurre "algo" que nos hace ver la realidad.
    A mi me pasó hace años cuando supe que se casaba... Me lo has recordado. Un besazo enorme!

    ResponderEliminar
  3. Los bebés siempre acercan a las personas Carmen. Incluso a los hermanos que nunca se llevaron bien.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Uy vaya fallo xD. Entre hermanos es bueno e importante estar unidos. Yo al menos siempre necesito tener la presencia de mi hermana cerca. Viviendo en casa las dos estamos casi siempre peleando pero eso son cosas de la convivencia.

    Un besazo enorme y me alegro de que haya mejorado esa relación xD

    ResponderEliminar
  5. No es "vaya fallo" Carmen, cada un@ entiende las cosas como quiere y no es ni bueno ni malo, sino diferente, y si te ha hecho pensar, es lo importante.

    ResponderEliminar