lunes, 14 de septiembre de 2009

Felicidades

La vida es difícil. Ves partir a tu familia, y no puedes hacer nada por ello, ni por ellos. Sólo asumilo. Y es muy difícil cuando ves que está muy mal, y que está sufriendo, y que no puedes hacer nada. La vida es un camino, que cuando naces, ya estás en él, aunque no quieras. Hay gente qeu lleva más camino andado cuando naces, así qeu su destino llega cuando tú a lo mejor no llevas nada caminado. Y dejas a tus seres queridos atrás. Caminamos todos juntos, pero cada uno con su edad se qeuda por el camino. Llega un momento en el que no tienes a nadie de tu pasado. Supongo que cuando te haces viejo. Pero en principio tienes familiares más pequeños. Es un cambio. Hay gente que muere, mientras que otros nacen. Es el cilo de la vida. Mi abuelo va amorir en breve, sin embargo mi prima está embarazada y en mayo nacerá su hijo. Unos mueren, otros nacen. Lo malo es cuando es un familiar y aunque venga otro en camino, no sustituirá su pérdida. El dolor queda ahí, impotencia por no poder hacer que deje de sufrir.


Cuando estás a punto de perder auna persona querida, como un abuelo, sientes que estás preparada para el golpe. Muchos días co la incertidumbre de cuándo será y aun esperándolo, se te viene el mundo encima. Me siento muy unida a él, y creo que él a mí también. De hecho desde que está malo no suele dar besos (no puede hacerlo), pero cuando yo voy, me sonríe (a su manera) y me los da. El lunes aun estando tan mal, cuando le decía cosas cariñosas me sonreía, y me dio un beso con la poca fuerza que le quedaba, y cuano mi madre fue a pedirle un beso no se lo dio.

En cierta manera me siento un poco privilegiada respecto a mis primos. He pasado un montón de tiempo con él y aunque al resto de mi familia no le interesaban las historias que contaba de la guerra, a mí me fascinaban y me siguen fascinando.



Estos dos fragmentos los escribí el día que murió mi abuelo, un par de horas antes del desenlace final, sin que yo supiera nada. Era un poco mi manera de expresar el dolor que tenía por esas fechas, que no sabía ni cómo escribir.

Sabía que el final estaba cerca y sólo esperaba una llamada de teléfono que me confirmara lo qeu estábamos esperando todos, lo que pasa que yo lejos de todos, comiéndomelo todo sola, como sucedió el verano de 2008, organizando todo en mi casa, cuidando de mi abuela y apañándomelas para absolutamente todo, mientras mis padres estaban en el hospital y no los veía.

Mi familia estaba en mi pueblo con él y yo en Sevilla. Hoy sería su cumpleaños, un día antes que el mío, así que no puedo olvidar esta fecha. Es mi recuerdo para su persona aunque no pueda llevarle flores al cementerio ni esté con nosotros. Pero sé que está por ahí, vigilándonos a todos.

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