miércoles, 30 de diciembre de 2009

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Un ¡bum! que duró unos cuantos segundos hizo que el perro fuera a los pies de la cama, se echara en el suelo y ni siquiera reaccionara a las caricias.Últimamente hace mucho eso. Va a buscar a los dueños a la cama e intenta meterse con ellos a hociconazos. No le han permitido nunca subirse al sofá, ni siquiera posar su gran hocico, y mucho menos, meterse en la cama con ellos.

Agua, agua y más agua. No puede salir a la azotea a darse una vuelta. Está harto de estar mojándose cada vez que quiere asomarse a ver a los vecinos. El resto de perros le ladran, pero a él le da igual, yo creo que no es un perro cualquiera.

1 comentario:

  1. jejej!! son interesantes tus relatos cotidianos,
    q bonita forma de dejarnos ver un poco tu mundo a traves de tus ojos!
    Suerte!

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