No me gusta estar sola en casa. Hay veces que sí, pero sólo por un ratito. Ayuda a pensar, a clarificar ideas, a encontrarse con una misma, a veces hasta a estudiar.
Pero no por todo un fin de semana entero. Un par de llamadas por teléfono cortitas y ya está. Y encima una era una riña.
Silencio. Sólo se escucha la tele, o la música, y mi propio pensamiento.
Ahora comprendo a mi abuela, cuando dice que está tan triste porque está sola todo el día.
Simplemente quería volver a darte las gracias.
ResponderEliminarNo se darle una explicación, pero una de las cosas que más me ayudan en los momentos de bajón es entrar en tu blog y leerte; el formato (fondo, color de la fuente...) también me ayuda bastante a relajarme y olvidearme del resto de cosas.