Ben

Era su fiel compañero. La acompañaba a todos los sitios donde viajaba, y también la acompañó en su camino evolutivo. Dormía con ella en la cuna desde que tenía meses. Ya cuando supo hablar le puso un nombre: Ben.

Nadie podía separarla de él. A simple vista puede parecer un simple oso de peluche rosa. Pero para ella era mucho más.

Ben ha visto cómo ha ido creciendo, cómo le salieron los dientes de leche, cómo se le cayeron y le salieron los definitivos. Ha visto lo que ha soñado. Ha sentido su respiración cada noche y los abrazos que le daba antes de quedarse dormida. La ha visto llorar muchas veces y reír otras tantas. El sufrimiento de no poder hacer nada para que su hermano la tratara mejor, y ha oído las conversaciones con sus amigas y novio.

Y a pesar de los años, y después de muchos lavados, Ben es el más mimado de los peluches. 23 años de historia juntos. Pero todavía tiene un misterio: no sabe quién se lo regaló.