miércoles, 24 de junio de 2009

observación de la realidad más cercana

Es curioso observar el barrio cuando empiezan a encenderse las luces. Recuerdo que mi madre nos dice siempre que una vez que vayamos a encender la luz, cerremos las cortinas porque la gente ve absolutamente todo lo que hacemos con más claridad que incluso de día. Ahora veo yo a medio barrio. Cuando hace calor y no tienes aire acondicionado no puedes hacer otra cosa que ponerte a buscar los huecos más frescos de la casa. Abrir todas las ventanas a ver si puedes hacer una pequeña corriente de aire que te deje respirar. La chica estudia en el balcón. Va dando pequeñas vueltas y aparece y desaparece. Diría que tiene un examen mañana por el énfasis que pone al contar con los dedos. Estará intentando recordar los puntos de cualquier asignatura. Podría hasta aventurarme a decir qué carrera está haciendo. Tengo unas cuantas para poder elegir. Podría estar estudiando empresariales, o psicología. Es fácil,en el campus que está aquí al lado son las carreras que se estudian, jeje.


También he visto a otra persona fumarse un cigarro en la ventana, que tiene abierta de par en par. Y creo que todos los que vivimos aquí estamos haciendo lo mismo. Todas las ventanas que veo desde el sofá están abiertas. Veo hasta un poco del interior de algunas. La casa de la chica que estudiaba en la terraza parece que tiene luces rosáceas. Una cosa curiosa, y que me llama la atención.


¿Qué pensará la gente de mí al verme escribir cuando se asoman a sus ventanas?


La ciudad duerme de día. Ahora parece que está despertando y saliendo a la calle. A pesar de que hoy hace una temperatura de la que no me puedo quejar, la ciudad sigue su ritmo, y sigue su vida. Y yo, la mía.

4 comentarios:

  1. Todos somos unos curiosos, todos nos hemos parado a pensar en cómo será la casa del vecino de enfrente, o en por qué el de al lado siempre está mirando al balcón de la vecina del tercero.
    Cuando yo vivía en la ciudad dónde estudié, también salía al balcón a ver la gente...
    Todos somos así, en algún momento todoso hemos mirado la ventana de enfrente.
    Un saludo

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  2. Qué bonito, me ha apetecido que se haga de noche de pronto...

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  3. Me ha gustado mucho esta entrada, es curiosa. Creo que todos alguna vez hemos salido a la ventana y hemos visto esas cosas. Yo desde mi casa ya no puedo. Ni veo, ni me ven. Vivo muy alto y mis cristales son tintados. A mí no me ven, y no hay edificios de esta altura alrededor. Tal vez a lo lejos, y no nos vemos los unos a los otros. Gozo de una intimidad absoluta.

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  4. La situación que describes me hace sentir la unidad que podemos tener con nuestros vecinos, con las personas de alrededor. Conocer la rutina de alguien, o verlo hacer alguna actividad hace que conozcamos parte de esa persona y nos sintamos más cerca. En tu caso, además, os une el calor que sentís.

    Y la noche en Sevilla es fabulosa...

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